Hace unos meses nuestro compañero y
amigo, Francisco Javier Palomeque, presidente de la Asociación cordobesa de
quiromasaje y director del Instituto andaluz de osteopatía, nos propuso
escribir el prólogo de su último libro: "Terapia osteopática craneosacral
(TOCS). Guía para la formación". Es un libro altamente recomendable por la
claridad en que se describen las técnicas, que se presenta de una forma muy
visual y didáctica.
Este es el prólogo que escribimos,
leyéndolo entenderás un poco más como trabaja un terapeuta craneosacral.
Toma hAIRE y exhala. Sí, con
"h" minúscula por ser más humilde. Amor Incondicional, Respeto,
Escucha y humildad son cuatro palabras que han de vibrar en nuestra mente como
si de un mantra se tratara. Si deseas adentrarte en la Terapia Osteopática Craneosacral
(TOCS) no sólo deberás adquirir los conocimientos técnicos necesarios para su
puesta en práctica, sino tomar el compromiso de desarrollar estas cuatro actitudes
para que ésta adquiera un sentido pleno.
Centrados
y en vacío, tomamos "hAIRE" y sutilmente posamos las manos sobre el
cuerpo del cliente, nos conectamos, nos fundimos con él sin miedo, sin
expectativas, sin juicio. El tejido corporal al sentirse escuchado, confiado,
nos indicará hacia dónde se dirige, dónde se hallan las restricciones de
movilidad. Entonces le acompañaremos sin forzar, sin imponer. Desde una
posición de vacío habrá un intercambio de información entre ambos que hará
posible llegar a una comprensión y saber hacer. Respetuosamente, podremos
invitarle a ir hacia otro lugar más sanador para él. Es en ese momento cuando
sentiremos las resistencias físicas o emocionales que ayudaremos a sostener,
acompañándole en todo momento con
nuestra presencia enrraizada, atenta y vacía. Finalmente el tejido
fluirá para ir al lugar donde probablemente querrá permanecer, consiguiendo así
lo que todos, en principio, entendemos por un "buen resultado".
Pero
trabajar en la humildad significa que si no lo conseguimos evitaremos sentirnos
frustrados, reconociendo honestamente nuestras propias limitaciones. Y, si lo
conseguimos, tampoco nos sentiremos responsables. La humildad es, pues,
sabernos sólo facilitadores, porque son el cuerpo y la conciencia del cliente
los verdaderos terapeutas, los auténticos sanadores, y nosotros simples observadores
de un proceso en el que la persona llegará, con el apoyo de nuestras manos,
hasta donde pueda o necesite.
Durante
la escucha atenta del tejido entran en conexión el ser profundo del cliente,
del facilitador y el propósito vital de ambos. El ayudador es ayudado también y,
de este modo, aflora espontáneamente en él un sentimiento de gratitud porque,
en última instancia, todos somos Uno. Todos formamos parte.
Francisco Javier Palomeque, buen
conocedor de la TOCS, expone en este libro de una manera sencilla y práctica la
complejidad de esta hermosa herramienta, que no sólo nos aporta conocimientos
sino una nueva mirada hacia el cliente y su salud, y también hacia nuestro rol
de facilitadores.
Bienvenidos a la Terapia Osteopática Craneosacral.
Un espacio donde respirar cobra un nuevo sentido, donde sabemos que exhalando
"hAIRE" puro la vida adquiere su máxima plenitud. Os deseamos que la
práctica de este método no sólo os abra caminos en el ámbito intelectual, sino también
nuevas vías para explorar en vuestro yo profundo, senderos que os dirijan a
estar en sintonía y al servicio de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario