sábado, 15 de marzo de 2014

LOS RECIÉN NACIDOS Y BEBÉS Y LA TERAPIA CRÁNEOSACRAL


      En nuestro último post, Los trastornos infantiles y la Terapia Cráneosacral, os contábamos que la Terapia Cráneosacral es una técnica manual muy sutil, muy suave, pero de gran profundidad y efectividad.
Y que el principal objetivo de esta es localizar los desequilibrios del sistema cráneosacral en todo el cuerpo y ayudar a llevarlos de nuevo a la normalidad.
Como avanzamos en el post anterior, hoy profundizaremos sobre los efectos y beneficios de la Terapia Cráneosacral en los recién nacidos y bebés.


La Terapia Cráneosacral está especialmente indicada para ayudarles en los siguientes casos, más o menos comunes:
· Niños nacidos con parto difícil o mediante cesárea.
· Asimetrías craneales (plagiocefalia) y posturales.
· Niños con inquietud y/o llanto nocturno.
· Problemas de vista y oído.
· Pérdida del apetito.
· Problemas de dentición.
· Estreñimiento y/o problemas gástricos.
· Escoliosis, cifosis.
· Problemas de tipo respiratorio y/o digestivo.
· Problemas ortopédicos
· Estrabismo
Además de los casos que acabamos de citar y que se dan con relativa frecuencia, esta terapia es de gran ayuda en los desordenes neurológicos, problemas de integración sensorial, convulsiones, retraso en el desarrollo y otros. Estos casos son menos frecuentes y merecen un artículo exclusivo para hablar de ellos y de cómo puede ayudar la terapia cráneosacral.
Un juego de niños
Con los bebés y los niños pequeños la Terapia Cráneosacral funciona con especial eficacia, ya que siempre se aplica desde el más profundo respeto, apoyo y escucha.
Una sesión de Terapia Cráneosacral con un bebé o  un niño pequeño se plantea como un juego, de forma que la experiencia le resulte agradable.
Los niños poseen una gran sabiduría interior y, a menudo, saben lo que necesitan. Por eso, buscamos su colaboración, su aceptación y su permiso, nos ponemos a su servicio de forma que el trabajo pueda realizarse de la forma más adecuada y profunda posible.
El parto y sus consecuencias
            Por desgracia, España es el segundo país de Europa en partos instrumentales sólo superado por  Irlanda, según el Informe Europeo sobre Salud Perinatal, euro-peristat 2010.
Los partos que se producen con ayuda de agentes externos, como la anestesia epidural, la oxitocina, la utilización de ventosas o fórceps, o la intervención mediante cesárea, pueden hacer que para el neonato el parto sea una experiencia más difícil y complicada, incluso traumática, que la de un parto totalmente natural.
Las consecuencias para el recién nacido que experimenta este tipo de partos con ayudas externas es que se crean tensiones en sus membranas durales o cabalgamientos de sus delicados huesos del cráneo, lo que puede manifestarse en diferentes síntomas.
También los partos más naturales, cuando la presentación del bebé no es la adecuada, pueden ser traumáticos para el recién nacido, por ejemplo cuando se presenta de nalgas, de frente, de cara, y otras. O cuando el cordón umbilical rodea su cuello.
Incluso en un parto aparentemente normal, en ocasiones la presión de la cabeza del niño sobre la base pélvica durante las contracciones suele crear compresiones en la base del cráneo, las cuales a su vez afectan al sacro.
El trauma
El trauma vivido durante el proceso del parto tiende a resolverse de manera natural en los días o semanas posteriores. Sin embargo, en muchas ocasiones no ocurre así.
De este modo, el trauma contenido en el cuerpo del recién nacido o del bebé puede producir un amplio abanico de síntomas, tales como inquietud e intranquilidad, problemas de succión, cólicos, llanto nocturno, problemas de dentición, problemas en el desarrollo e incluso lesiones en el cerebro.
Estos patrones traumáticos a menudo permanecen durante toda la infancia y la vida adulta, produciendo una amplia gama de disfunciones como depresión, migraña, sinusitis, dolor de columna, cansancio crónico, dolores menstruales, problemas intestinales, y un largo etcétera, y contribuyendo al debilitamiento del estado general de salud tanto física como psíquica.
De hecho en la consulta con adultos ocurre frecuentemente que el cuerpo necesita revivir la experiencia del parto para poder mejorar estos síntomas crónicos mantenidos en el tiempo desde la infancia.

No nos olvidamos de la mamá
         Desde luego que no. Es obvio que el parto es cosa de dos y es fundamental cómo lo vive la mamá.
            El recién nacido o el bebé y su mamá son considerados como uno en la terapia craneosacral, y no solo se tiene en cuenta el proceso del nacimiento, sino también la concepción y la etapa de gestación.

Ni del papá
         Tampoco. Si bien es cierto que el proceso de gestación y del parto incumbe de manera física a la madre y al recién nacido, el papel del padre es muy importante emocionalmente.
            De lo fundamental del padre en la concepción no hay duda, pero ¿y durante la gestación y el parto?
            A partir de ahí el grado de implicación por parte del padre es muy variable y depende en gran medida del entorno social, cultural y de los nuevos modelos de familia.
            Sea como sea, nosotras, como terapeutas, tenemos siempre en nuestra mente y nuestro corazón al padre y a la madre del recién nacido, así podemos ver al bebé como un individuo completo.
La prevención
Sería totalmente recomendable que hiciéramos un reconocimiento de desequilibrios cráneosacrales en los neonatos a las pocas horas del nacimiento. Y en los bebés tal y como hacemos con las visitas periódicas y reguladas a nuestro pediatra.
Este reconocimiento, llamémosle, “preventivo” podría ser muy útil en la detección y prevención de problemas que se manifestarían más tarde a lo largo de vida.
En España ya hay algunos hospitales privados y públicos que lo recomiendan, pero aún queda un camino largo por recorrer.
Para concluir, os recordaremos que la Terapia Cráneosacral es tan suave que está indicada para recién nacidos y bebés no sólo a modo de prevención, sino como terapia integral, ya que el tratamiento puede ayudar en casi cualquier afección, aumentando la vitalidad y permitiéndole al cuerpo utilizar sus propios procesos de autocuración.

Si tienes alguna sugerencia, duda, inquietud o quieres saber más sobre el tema que hemos tratado aquí o sobre otros temas que sean de tu interés, por favor, no dudes en contárnosla y te ayudaremos con muchísimo gusto.

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