domingo, 9 de marzo de 2014

LOS TRASTORNOS INFANTILES Y LA TERAPIA CRÁNEOSACRAL

La terapia cráneosacral es una técnica manual muy sutil, muy suave, pero de gran profundidad y efectividad.
El objetivo es localizar los desequilibrios del sistema cráneosacral en todo el cuerpo y ayudar a llevarlos de nuevo a la normalidad.
Esto se logra trabajando sutilmente sobre los tejidos conectivos que envuelven nuestros órganos y que conectan todas las partes del cuerpo, es decir, sobre las fascias, sobre las membranas durales que recubren el cráneo, el encéfalo y todo el sistema nervioso.
Las fascias

          Las fascias son el tejido corporal más extenso, actúan como capas protectoras de todos los órganos, para que lo entendamos,como una media que envuelve cada uno de los órganos, músculos, nervios… de nuestro cuerpo, y todas las fascias están conectadas de la cabeza a los pies.
Son tejidos que mantienen unidos la piel, los músculos, los huesos, los órganos y sistemas. El tejido fascial es donde incide principalmente nuestro tratamiento.
El terapeuta cráneosacral realiza una escucha y localiza la restricción primaria y después emplea su tacto únicamente para apoyar los mecanismos de autocuración del propio cuerpo y estimular la acción.
Así se trabaja la causa donde se halla la restricción o la lesión, aunque esté lejos anatómicamente del síntoma, y después ya se puede trabajar con el síntoma.
La habilidad del terapeuta con los niños
El terapeuta desarrolla la habilidad de sentir el estado del tejido fascial, es capaz de localizar sus restricciones y se ayuda del ritmo cráneosacral para la evaluación y el tratamiento.
Cada sesión se va construyendo sobre la anterior, hasta llegar, a través de la relajación de las estructuras lesionadas o contraídas, a capas físicas más profundas.
Los efectos y los beneficios de la terapia cráneosacral llegan tanto a nivel físico como emocional y psicológico.
En bebés y niños el trabajo del terapeuta es especialmente sutil y delicado. Para llevar a cabo la terapia de una forma totalmente satisfactoria, se tiene en cuenta no sólo al niño sino también a su familia y al entorno social en el que haya nacido y desarrollado.
El niño en la etapa escolar
Hoy nos vamos a centrar en el niño en la etapa escolar, a partir de los tres/cuatro años, la etapa del aprendizaje o de la lecto-escritura.
Cuando el niño comienza la etapa escolar, en muchos casos, empiezan a manifestarse una serie de dificultades específicas de este momento, algunos trastornos específicos del aprendizaje.
Hablamos, por ejemplo, de la lateralidad cruzada, el déficit de atención con y sin hiperactividad (TDAH), la dislexia, disgrafía, discálculo, trastornos del lenguaje o de la pronunciación, etc. Todos ellos constituyen una serie de factores que dificultan y ralentizan el aprendizaje del niño.
A veces se trata también de trastornos de conducta que afloran cuando empiezan las relaciones sociales con otros niños, baja autoestima, depresión infantil, dificultad en el sueño, ansiedad, autismo, etc.
En la mayoría de los casos, no siempre, son los educadores los que suelen darse cuenta de que el niño tiene alguna dificultad para llevar a cabo correctamente el aprendizaje y ponen en alerta a los padres.
Otras veces, son los padres los que notan esas dificultades en el correcto desempeño de las tareas diarias de sus hijos.
Trabajo conjunto
Sea cual sea la forma de descubrirlo, es en este momento cuando comienza el trabajo conjunto de padres, profesores, niños y terapeutas.
Otras veces la problemática es más de índole física, como la dentición, la vista (estrabismo, ojo vago, etc.) o el oído, asimetrías posturales, asimetrías pélvicas o escoliosis, entre otras.
Todas estas problemáticas infantiles, trastornos o disfunciones que acabamos de citar se mejoran o corrigen con la terapia cráneosacral. Se trata de un tipo de terapia completamente compatible con la de otros profesionales como psicólogos, logopedas, pedagogos o profesionales sanitarios.
La respuesta positiva de los niños
Es una técnica muy recomendable y adecuada para el tratamiento de niños y niñas desde el nacimiento, debido a la suavidad de sus manipulaciones y a sus características de estimulación de los propios recursos de salud del organismo.
Una técnica ante la que los niños responden y reaccionan especialmente de forma positiva y que resulta altamente eficaz en el tratamiento de los siguientes casos:
  • Niños nacidos con parto difícil o mediante cesárea.
  • Niños con inquietud y/o llanto nocturno.
  • Problemas de vista y oído.
  • Pérdida del apetito.
  • Problemas de dentición.
  • Estreñimiento y/o problemas gástricos.
  • Falta de concentración y/o hiperactividad.
  • Dificultades posturales.
  • Escoliosis, cifosis.
  • Problemas en el desarrollo.
En el siguiente post profundizaremos sobre los efectos y beneficios de la terapia cráneosacral en los recién nacidos y bebés.

Si tienes alguna sugerencia, duda, inquietud o quieres saber más sobre el tema que hemos tratado aquí o sobre otros temas que sean de tu interés, por favor, no dudes en contárnosla y te ayudaremos con muchísimo gusto.

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