sábado, 15 de febrero de 2014

LAS RESISTENCIAS



Cada persona tiene determinadas metas específicas, sin embargo a veces ocurre que algo nos bloquea o nos preocupa, o sentimos que hay un aspecto de nuestra personalidad que quisiéramos cambiar para poder alcanzar esas metas. Un obstáculo intrapersonal que nos está causando algún tipo de daño físico o emocional pero que no somos capaces o, más bien, sentimos o creemos que no somos capaces de dar el paso para poder solucionarlo. Estamos bloqueados para, o bien pedir ayuda o bien resolverlo por nosotros mismos. Esto es lo que en terapia llamamos RESISTENCIAS.


Qué son, de dónde vienen y qué hacen estas resistencias
Una resistencia es aquello que nos impide continuar avanzando, que no nos permite desbloquear o solucionar una situación que nos preocupa o que, incluso, nos daña. Aquí surgen varias preguntas: ¿De dónde vienen estas resistencias? ¿Cómo se han formado en nosotros? ¿Por qué tienen tanta fuerza? ¿Qué hacen? ¿Para qué nos sirven?
Vamos a ir desvelando de la forma más clara posible las respuestas a estas cuestiones. Las resistencias pueden venir de distintos ámbitos, en muchos casos puede ser que haya un mandato fuerte familiar y nosotros, de alguna manera y siempre de forma inconsciente, vamos a atender a ese mandato para ser fieles a lo que ha ocurrido durante muchas generaciones en nuestra familia.
La resistencia siempre está en un nivel inconsciente, precisamente por eso nos cuesta tanto hacerla consciente y superarla. También puede haberse producido en los primeros años de nuestra vida, en los que se graba un mensaje que en ese momento nos sirve como recurso ante una situación.
Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor, si vivimos una experiencia que para nosotros es emocionalmente traumática, como podría ser el hecho de sufrir un ataque en la infancia, nuestro cuerpo se pone a la defensiva porque esa es la forma que tiene un niño pequeño para superar en ese momento lo que le está ocurriendo, defenderse.
Así, cuando somos muy pequeños, este tipo de conductas normalmente quedan grabadas en nuestro cerebro como conductas de supervivencia y pasan al inconsciente. Serán patrones de conducta que seguiremos repitiendo durante toda la vida ante una situación que nosotros valoremos como peligrosa o de ataque, e inmediatamente nos pondremos en guardia, reaccionaremos a la defensiva.
Pero el niño crece y llegará un momento en la vida en que esta actitud, seguramente, no nos sirva e incluso nos perjudique y entonces ya no sabremos qué hacer con ello, cómo solucionarlo. Y ¿por qué seguimos manteniendo esa actitud y además nos cuesta tanto cambiarla? Pues precisamente porque nos ha servido como protección durante mucho tiempo, porque nos hace ser como somos, porque nuestro inconsciente asocia esta conducta a sobrevivir y esto es un mandato fuerte para nosotros. 

La resistencia no debe eliminarse sino integrarse
Hay algo muy importante que debemos hacer con estas resistencias y es no castigarnos o culparnos por no poder seguir avanzando en nuestro desarrollo, no negarlas sino aprender a respetarlas, a convivir con ellas y a amarlas porque nos han servido y acompañado durante gran parte de nuestra existencia.
La resistencia es parte de la identidad del sujeto y, como tal, este debe aprender a integrarla, a convivir con ella. Cuando por fin llega el momento en que necesitamos hacer un cambio, necesitamos hacerla consciente, lo que debemos hacer es, sencillamente, amar a esa resistencia y despedirnos de ella con amor y agradecimiento por todo lo que hizo por nosotros, nunca luchar contra ella por el hecho de que no nos sintamos capaces de avanzar.
Incluso a veces necesitamos quedarnos con un poquito de ese patrón de conducta para que, de alguna manera, nos siga ayudando y siga formando parte de lo que somos. Bien es cierto que debemos hacerlo de tal forma que no nos cause daño, preocupación o bloqueo una vez que la hemos hecho consciente.

Como terapeutas, también nosotros respetamos y amamos las resistencias de nuestros clientes porque solamente desde el trabajo conjunto con ellas podemos ayudar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario